Una de las formas más comunes para que los no ciudadanos obtengan una tarjeta de residencia es a través de un ciudadano estadounidense o un familiar residente permanente legal.

Los ciudadanos estadounidenses pueden presentar una petición de visa para un cónyuge, padre, hijo menor, hijo o hija adulto o hermano. Los residentes permanentes legales pueden presentar una petición para su cónyuge, hijo menor o hijo o hija adulto soltero.

Convertirse en residente permanente legal a través de una petición familiar es un proceso de varios pasos que se logra ya sea realizando el proceso consular de visa de inmigrante o buscando un ajuste de estatus dentro de los EE. UU.

Un abogado de inmigración con experiencia puede evaluar si una petición familiar es apropiada y ayudar a evitar obstáculos en el camino.

El Congreso limita la cantidad de visas que se pueden emitir en muchas categorías de visas familiares. Como resultado, algunos miembros de la familia pueden enfrentar largos retrasos para obtener una tarjeta de residencia.

Cada paso implica complejas cuestiones jurídicas y fácticas. Por ejemplo, un familiar puede ser “inadmisible” debido a violaciones penales o de inmigración pasadas, algunas de las cuales pueden ser perdonadas o “renunciadas”, mientras que otras no.